domingo, 25 de noviembre de 2012

Lineamientos de seguimiento, evaluación y gestión de la evidencia de la políticas y programas del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social




Recientemente el Ministerio de Desarroloo e Inclusión Social de Perú en una Resolución Ministerial con estos lineamientos de seguimiento, evaluación y gestión de la evidencia para los programas y políticas del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.



Los lineamientos buscan promover un sistema de seguimiento y evaluación basado en resultados, el cual tiene un mayor enfoque en los resultados e impactos de las políticas y programas en materia de desarrollo e inclusión social, y, en ese sentido, tiene una orientación más estratégica en la planificación e implementación de las mismas.

Al respecto, los lineamientos incorporan el marco normativo y técnico proveniente de la estrategia de Presupuesto por Resultados, liderada por el Ministerio de Economía, que orienta la gestión pública nacional a un enfoque articulado de gestión basada en resultados. En ese sentido, el MIDIS busca consolidar dicho enfoque en las políticas y programas en materia de desarrollo e inclusión social, a fin de lograr una mayor efectividad, eficiencia y transparencia en las intervenciones del sector.

Cabe resaltar que el desarrollo de la presente propuesta, si bien tiene un enfoque primordial en resultados, busca también un énfasis en el seguimiento de los procesos, dada la debilidad de la calidad de los registros administrativos producida por los sistemas de información en el caso peruano, tanto en la disponibilidad como la confiabilidad de la información. De esta manera, diversas actividades que se buscan alinear en la propuesta de lineamientos tienen como objetivo mejorar la calidad de la información recogida y producida por los sistemas de seguimiento de los programas MIDIS, y, promover un sistema integrado de información. Entre los beneficios de la mejora de la calidad de los registros se identifican una mayor disponibilidad de información para: la toma de decisiones para la gestión, proveer información de menor costo a las evaluaciones, llevar a cabo análisis del sector social, entre otros.

El valor del seguimiento y evaluación no se basa únicamente en contar con la información que genera; sino más bien, en el uso de la información para ayudar a mejorar el desempeño de las políticas y los programas.Tradicionalmente, los sistemas de seguimiento y evaluación se han concentrado más en producir información y evidencias con calidad y en forma oportuna. El uso de los resultados de las evaluaciones no es un evento automático, por esta razón el MIDIS está desarrollando un sistema de seguimiento y evaluación de la política social centrado en la gestión de la información y la evidencia para el diseño e implementación de la política social. La utilización de los resultados de las evaluaciones de la política social es un proceso continuo que recorre en paralelo todas las etapas del ciclo de la política y de los programas.

Para cumplir con este rol se ha diseñado se el Sistema de Seguimiento y Evaluación de la Política Social “Evidencia” y se han desarrollado estos lineamientos de evaluación, seguimiento y gestión de la evidencia.

martes, 16 de octubre de 2012

Impacto de las cocinas mejoradas de combustión de biomasa en la salud de niños de áreas de escasos recursos


Por Anibal Velásquez y Renzo Zavala


El uso de los combustibles de biomasa es una fuente importante de contaminación del aire dentro de los hogares pobres de países en desarrollo y es un factor de riesgo de las infecciones respiratorias agudas (IRA) y de muertes de niños.  El uso de combustibles más limpios es caro para las familias pobres y no puede ser una opción para muchos de ellos. Por lo tanto la ventilación de las viviendas y mejorar la calidad de las cocinas son intervenciones viables.

Con el fin de conocer cuál es el impacto del uso de cocinas mejoradas en la salud de la niñez por la reducción de la contaminación dentro del hogar, se ha realizado una revisión sistemática de la mejor evidencia. La revisión respondió a la pregunta: ¿Cual es el impacto del uso de cocinas mejoradas en la salud de niños menores de 5 años de áreas de escasos recursos? La búsqueda se realizó en las bases de datos Medline y Cochrane Library que fueron indizados al 05 de noviembre del año 2010.  En Medline se encontró 227 referencias, cuyos títulos y resúmenes fueron revisados. Se incluyeron los artículos que cumplían con los criterios de selección. Se seleccionaron 10 investigaciones para la revisión del texto completo. Se seleccionaron 3 investigaciones, incluye una revisión sistemática sobre el efecto de la contaminación dentro del hogar por combustión de biomasa en las infecciones respiratorias agudas basales de niños y otras dos investigaciones que midieron el efecto de las cocinas mejoradas en las infecciones respiratorias agudas en niños menores de 5 años.

La revisión no encontró suficiente evidencia sobre el impacto de las cocinas mejoradas en la salud infantil, en cambio si se ha encontrado revisiones e importantes estudios que miden el efecto de la contaminación del aire dentro del domicilio en las infecciones respiratorias agudas debido a la combustión de biomasa. Se puede concluir que la contaminación del aire dentro del hogar es una causa importante de morbilidad y mortalidad, y los más grandes impactos en la salud ocurren en las poblaciones más pobres y vulnerables.

Las cocinas mejoradas tienen el potencial de reducir sustancialmente las exposiciones al humo; sin embargo, pocos estudios han evaluado cuantitativamente la reducción de la exposición y menos estudios han evaluado su efecto en la salud.

Las cocinas mejoradas reducen la contaminación del aire dentro del hogar aunque no se logra reducir en los niveles internacionales de calidad del aire. Dos investigaciones encontraron impacto de las cocinas mejoradas en reducir las infecciones respiratorias agudas. Los conocimientos actuales sugieren que la reducción de emisiones mediante la modificación de las cocinas que actualmente utilizan combustible de biomasa podría ser una alternativa para los más pobres. Sin embargo, el uso de combustibles líquidos, de gas o electricidad serían siempre la mejor opción.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Propuesta para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles en el Perú



Por Anibal Velásquez

Para prevenir las enfermedades crónicas es necesario invertir en un conjunto completo de estrategias y acciones, esto incluye la creación de entornos que promuevan y protejan la salud, así como cambiar la forma de planificar y gestionar los servicios de salud. Por esta razón se propone un enfoque global para planificar las acciones de todos los sectores, sociedad civil y la comunidad. El marco conceptual de este enfoque se muestra en la Figura 1.

Este marco conceptual está diseñado para el uso conjunto de una amplia gama de actores que influyen y comparten la responsabilidad de la planificación de las enfermedades crónicas, tales como: el Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Ministerio de la Producción, Ministerio de Agricultura, Ministerio de la Mujer, Ministerio de Trabajo, las autoridades regionales, las redes de la salud, servicios de salud privados, las municipalidades, las empresas, las organizaciones no gubernamentales, las universidades, los colegios profesionales y las asociaciones y redes.


Fig.  1. Marco conceptual para la acción de la promoción de la salud[1]

Las acciones dirigidas a las personas, se realizan principalmente a través de los servicios de salud (atención primaria). Estas acciones están dirigidas a modificar los factores de riesgo comunes de las enfermedades crónicas, tales como el tabaquismo, la alimentación saludable, actividad física y el peso saludable. Su objetivo es promover y apoyar conductas saludables para reducir la discapacidad y la muerte, especialmente para aquellos en riesgo o que viven con enfermedades crónicas.

Las acciones dirigidas a la población, se realizan principalmente a través de enfoques intersectoriales y de colaboración. Estas acciones tienen como objetivo crear ambientes propicios para la salud a través de las intervenciones estructurales y la política.


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El modelo incluye la promoción de la salud de la población, los determinantes sociales de la salud y una mayor participación comunitaria como parte integrante de la labor del sistema de salud en temas de enfermedades crónicas.

Hasta la fecha existe una capacidad limitada para la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles, tanto en la salud pública y el sistema de atención primaria de salud. Aún hace falta mayor capacidad de recursos financieros y humanos, el desarrollo de políticas intersectoriales, legislación y reglamentación para promover y proteger la salud de los factores de riesgo. Recientemente se están iniciando programas integrales de promoción de la salud en las escuelas, lugares de trabajo y en la comunidad.

También se necesita de un sistema de servicios de salud que integre el bienestar, la prevención y el auto-cuidado en la práctica habitual que monitoreen el estado de salud, los factores de riesgo, los determinantes de la salud, y la eficacia de los programas. Se propone construir un sistema de prevención de enfermedades no transmisibles  que integre mejor las piezas clave del sistema (Fig. 2). En el Perú esto significa reformar el primer nivel de atención en especial para hacer más equitativo el acceso a mejores servicios de prevención y control de estas enfermedades.

Fig. 2. Prevención de las enfermedades crónicas y manejo continúo[2]
  
La prevención de las enfermedades crónicas y su manejo continuo se proporciona mediante la prestación de servicios que incluyen: la promoción de la salud para prevenir que la población saludable progrese hacia los grupos de riesgo, la prevención en los que tienen factores de riesgo para evitar que progresen a la enfermedad y la prevención en los enfermos para evitar que progresen hacia las complicaciones y la muerte prematura. Las acciones más efectivas se dan en la población sana y en los que tienen factores de riesgo mediante el desarrollo de políticas, estrategias de comunicación, desarrollo comunitario, educación, desarrollo de habilidades y el desarrollo de entornos saludables.

La atención primaria se realiza con énfasis en la prevención clínica y el manejo de enfermedades crónicas. Está dirigida a individuos y familias con múltiples factores de riesgo y co-morbilidad mediante  atención individual y en grupo. La atención secundaria y terciaria tiene énfasis en el manejo de enfermedades crónicas (por lo general una enfermedad específica) y está dirigida a las personas que utilizan los servicios.


Los factores de riesgo más comunes son el tabaquismo, consumo excesivo e inapropiado de alcohol, inactividad física, obesidad, hipertensión arterial, perfil lipídico alterado y dieta inadecuada. Existen evidencias sobre el impacto de intervenciones que pueden reducir la exposición a estos factores[3], principalmente el consumo de tabaco, dieta malsana, inactividad física y el uso nocivo del alcohol. Si se eliminan estos factores se reduce hasta un 80% de las enfermedades del corazón, derrames cerebrales y diabetes tipo 2 y más de un tercio de los cánceres[4]. Así mismo, luego que las enfermedades se hacen presentes, se ha probado que con un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado es posible reducir la mortalidad precoz y la discapacidad que producen estas enfermedades. En los países desarrollados se ha mostrado que la prevalencia de enfermedades crónicas, la mortalidad precoz y los niveles de discapacidad pueden reducirse adoptando medidas apropiadas de promoción de la salud y estrategias de prevención[5].

Sin embargo, los determinantes sociales de la salud condicionan la existencia de grupos más vulnerables a los riesgos y a las enfermedades no transmisibles. En particular, los hogares pobres están más expuestos a tener dietas menos saludables, mayor uso nocivo de alcohol, mayor exposición a contaminantes ambientales y menos acceso a servicios de salud donde realicen diagnósticos oportunos y provean tratamientos efectivos.  En consecuencia, se necesita implementar estrategias para un acceso más equitativo a estos servicios de promoción, prevención y control de las enfermedades no transmisibles.

La promoción de la salud implica un compromiso para hacer frente a los desafíos de la reducción de las inequidades, ampliar el ámbito de la prevención, y ayudar a las personas para hacer frente a sus circunstancias. Esto significa fomentar la participación pública, fortalecer los servicios de salud comunitaria y la coordinación de políticas públicas saludables Por otra parte, significa la creación de entornos favorables para la salud, en los que las personas sean más capaces de cuidar de sí mismos, y ofrecer apoyo mutuo en la solución y la gestión de los problemas colectivos de salud.

Esta estrategia se sostiene en las acciones que realizan los distintos actores para prevenir la exposición a los riesgos[6]. Las acciones se ubican en diversos niveles de gobierno y sectores del Estado, sector privado, sociedad civil y los hogares.

La disponibilidad de financiamiento es, obviamente, una cuestión crítica. Las presiones creadas por el envejecimiento de la población y la creciente incidencia de la discapacidad tendrán una pesada carga sobre los recursos financieros. Sin embargo, el enfoque de promoción de la salud tiene el potencial a largo plazo para frenar el crecimiento de los costos de atención médica.

El Plan se basa en las estrategias actuales y planes de acción de la OMS[7] [8]y OPS[9], así como en las evidencias proporcionadas por las revisiones sistemáticas de las intervenciones efectivas publicadas en revistas científicas.

1.     Cadena causal de la propuesta de Plan Nacional de Prevención y Control de las Enfermedades no Transmisibles

 


[1] Adaptado de: CPHA. A Tool for Strengthening Chronic Disease Prevention and Management. Through Dialogue, Planning and Assessment. Canadian Public Health Association, 2008
[2] Adaptado de: CPHA. A Tool for Strengthening Chronic Disease Prevention and Management. Through Dialogue, Planning and Assessment. Canadian Public Health Association, 2008
[3] WHO. 2008-2013 Action Plan for the Global Strategy for the Prevention and Control of Noncommunicable Disease. Geneva: World Health Organization, 2008
[4] Organización Panamericana de la Salud. Estrategia Regional y Plan de Acción para Un Enfoque Integrado Sobre la Prevención  y el Control de las Enfermedades Crónicas. 2002.
[5] Organización Mundial de la Salud. Informe sobre la salud en el mundo 2003: Forjemos el futuro. Ginebra: Organización Mundial de la Salud
[6] Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer/Instituto Estadounidense de Investigación sobre el Cáncer: Alimentos,nutrición, actividad física, y la prevención del cáncer: una perspectiva mundial. Washington, D.C.: AICR, 2009.

[7] WHO. 2008-2013 Action Plan for the Global Strategy for the Prevention and Control of Noncommunicable Disease. Geneva: World Health Organization, 2008
[8] OMS. Estrategia Mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2004

[9] OPS. Estrategia regional y plan de acción para un enfoque integrado sobre la prevención y el control de las enfermedades crónicas. Washington DC: Organización Panamericana de la Salud, 2007

sábado, 28 de julio de 2012

El Estado peruano con base en la evidencia define dónde y qué intervenciones desarrollará para reducir la desnutrición crónica infantil


Por Anibal Velásquez

Con la Directiva 004-2012-MIDIS publicada el día 25 de julio de 2012 en el diario El Peruano,  se aprueban los Lineamientos para la Gestión Articulada Intersectorial e Intergubernamental orientada a Reducir la Desnutrición Crónica Infantil, en el marco de las Políticas  de Desarrollo e Inclusión Social. De esta manera, se espera acelerar los esfuerzos en la reducción de la desnutrición infantil en el país.

La Directiva 004, es una herramienta muy útil para los decisores en el nivel local y regional ya que allí se establecen los distritos priorizados para las intervenciones en nutrición infantil, bajo criterios de mayor desnutrición, vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, porcentaje de población en proceso de inclusión, entre otros. Asimismo, se plantean 12 intervenciones efectivas basadas en evidencia nacional e internacional,  que han mostrado muy buenos resultados.  De esta manera, se espera ampliar las coberturas de las intervenciones  efectivas en zonas críticas facilitando la programación y asignación presupuestal por resultados, y la formulación de proyectos de inversión pública de los gobiernos locales, regionales y programas sociales.

El importante crecimiento económico por el que atraviesa el Perú, sobre todo en los últimos años, ha venido reflejándose en la reducción sostenida de la pobreza, sin embargo la tasa de desnutrición crónica infantil, si bien se ha reducido de 31% en el año 2000 a 19,5% en el 2011 (ENDES 2011) en el promedio nacional, aún  mantiene valores altos en la zona rural y más pobre. La desnutrición infantil es un indicador que va más allá de la salud, ya que afecta a la primera infancia, está asociada a  múltiples causas y  requiere la participación activa de múltiples sectores y niveles de gobierno  en los diferentes niveles de gobierno. Esta Directiva permite articular los esfuerzos e inversión pública en áreas prioritarias  y en intervenciones que funcionan.

La contribución del MIDIS como órgano rector de la política social, ha contado además con la experiencia y participación de instituciones públicas tales como el Ministerio de Salud, Ministerio de Economía y Finanzas así como privadas tales como la Iniciativa Contra la Desnutrición Infantil, que agrupa a organismos de Naciones Unidas y no gubernamentales.  La suma de este esfuerzo facilitará  la implementación de las acciones y estrategias para acelerar la reducción de la desnutrición infantil en el país.

Para implementar esta Norma se necesitará el concurso de los sectores de salud, educación, agricultura, producción, desarrollo e inclusión social y vivienda. La asignación de recursos y la generación de proyectos de inversión deberán ser articuladas en los distritos seleccionados con el fin de expandir las coberturas de las intervenciones efectivas identificadas.

Incrementar las coberturas de las intervenciones efectivas para reducir la desnutrición infantil, en especial en las áreas de mayor pobreza, significa una mayor asignación de recursos (1,2,3) y asegurar una gestión eficaz y eficiente de los programas en los gobiernos regionales y locales.

Las evaluaciones han demostrado que estas intervenciones efectivas no llegan a todos aquellos que las necesitan, en particular a los más pobres (4, 5, 6),  y los programas destinados a ofrecer estas intervenciones han sido muy a menudo irregulares, de baja calidad, inequitativos y de corta duración (7). Esta situación se explica en parte por las limitaciones y deficiencias en los servicios, la inequidad de acceso a los servicios básicos y porque se necesita mayor esfuerzo en la implementación intersectorial e intergubernamental de estas intervenciones. Adicionalmente, los recursos financieros y técnicos han sido insuficientes, y la oferta de servicios es casi inexistente en las áreas más pobres (8).

Con esta norma se espera superar estas limitaciones concentrando la acción del Estado con intervenciones que si funcionan y en los ámbitos geográficos que más necesitan.

REFERENCIAS

(1) Hanson K, Ranson K, Oliveira-Cruz V, Mills A. Expanding access to priority health interventions: a framework for understanding the constraints to scaling-up. J Int Dev 2003; 15: 1–14.
(2) Gericke CA, Kurowski C, Ranson MK, Mills A. Intervention complexity – a conceptual framework to inform priority-setting in health. Bulletin of the World Health Organization 2005; 83: 285–93.
(3) Simmons R, Fajans P, Ghiron L (eds). 2007. Scaling Up Health Service Delivery: From Pilot Innovations to Policies and Programmes. Geneva: World Health Organization. In: Mangham L, Hanson K. Scaling up in international health: what are the key issues?  Health Policy and Planning 2010;1–12
(4) Bryce J, el Arifeen S, Pariyo G, et al, and the Multi-Country Evaluation of IMCI Study Group. Reducing child mortality: can public health deliver? Lancet 2003; 362: 159–64.
(5) Claeson M, Gillespie D, Mshinda H, et al, The Bellagio Study Group on Child Survival. Knowledge into action for child survival. Lancet 2003; 362: 323–27.
(6) Victora CG, Wagstaff A, Schellenberg JA, Gwatkin D, Claeson M, Habicht JP. Applying an equity lens to child health and mortality: more of the same is not enough. Lancet 2003; 362: 233–41.
(7) Victora C, Hanson K, Bryce J, Vaughan P. Achieving universal coverage with health interventions. The Lancet 2004; 364:1541-1548
(8) Travis P, Bennet S, Haines A, et al. Overcoming health systems constraints to achieve the Millennium Development Goals. Lancet 2004; 364: 900–06