miércoles, 26 de septiembre de 2007

La descentralización del sector salud y la estrategia nacional de salud reproductiva en el Perú



Por Anibal Velásquez

El país ha iniciado un proceso de descentralización del Estado, hasta el año 2007 se han transferido 124 facultades de salud del Ministerio de Salud hacia los Gobiernos Regionales y recientemente se ha comenzado a transferir los servicios de salud del primer nivel de atención a los gobiernos locales en áreas piloto.

Los países de América Latina que están conduciendo procesos de reforma del sector salud, en general, han caminado hacia la descentralización /desconcentración de la atención de salud y la separación de funciones de financiamiento y prestación, creando nuevos escenarios y retos que en muchos casos han ocasionado el deterioro de la salud pública. Esta situación ha planteado la necesidad de redefinir el rol de los ministerios de salud, para fortalecer su rol de rectoría, y el desarrollo de las capacidades de los gobiernos regionales y locales para el ejercicio de estas funciones y facultades que se transfieren.

El año 2006 el Ministerio de Salud evaluó el cumplimiento de las funciones esenciales de salud pública[1] del propio ministerio y reportó que se necesita fortalecer el rol de la Autoridad Sanitaria. Los desafíos identificados están en relación a elementos de la rectoría que requieren ser consolidados tales como la mejora de capacidades para la fiscalización y la implementación de políticas y del marco regulatorio. Por ejemplo, la función de “Desarrollo de Políticas y Capacidad Institucional de Planificación y Gestión en Salud Pública”, alcanzó un desempeño de 37% (desempeño inferior al estándar) y la función de “Fortalecimiento de la Capacidad Institucional de Regulación y Fiscalización en Salud Pública” alcanzó un desempeño de 30% (desempeño por debajo del estándar). Así se destaca la necesidad de fortalecer la capacidad fiscalizadora por la autoridad sanitaria nacional (ASN) y el desarrollo de instrumentos y el marco legal para cumplir con esta responsabilidad.

Considerando que estas funciones adquieren mayor relevancia en el proceso de descentralización sectorial y en el ejercicio de rectoría, resulta necesario fortalecer los procesos relacionados a la implementación de las normas y su cumplimiento, significando ello una mayor asesoría y apoyo técnico a los niveles subnacionales, y ver como una oportunidad a las instancias del Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de Salud para fortalecer el liderazgo de la ASN y afianzar más su rol rector normativo y regulador. La estructura actual del Ministerio, establecida antes del proceso de descentralización, obedece a una concepción de un Ministerio prestador de servicios de salud lo que dificulta el ejercicio de su rol rector.

Así como ocurre con otras prioridades sanitarias de salud, las acciones para atender la salud reproductiva requieren de una adaptación al nuevo escenario de descentralización. La Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (ESNSSR) del Ministerio de Salud, de ser un programa vertical en el pasado, actualmente se encuentra en un proceso de descentralización. Ahora la ESNSSR tiene un rol conductor y regulador de la política nacional y de vigilancia del cumplimiento de las normas. Por lo tanto, la ESNSSR necesita mecanismos para sancionar, fiscalizar y exigir que se cumpla con la política nacional de salud reproductiva.

En los últimos años la Estrategia ha delegado las funciones de supervisión de los establecimientos a las direcciones regionales de salud y se han realizado cambios en el manejo de los insumos de planificación familiar. La Norma Técnica de Planificación Familiar del Ministerio de Salud del año 2005[2] definió las funciones generales del MINSA y las DIRESA para el suministro de insumos de PF. Así, el MINSA tiene a su cargo la selección, elaboración del requerimiento anual de acuerdo a las solicitudes de las DIRESA, la adquisición, el almacenamiento, la distribución (establecer el flujo de distribución del almacén central a los almacenes especializados, sub-almacenes y otros puntos de distribución utilizando PECOSAS), y la actualización y revisión de las normas técnicas.

El año 2006 esta Norma Técnica ha sido modificada parcialmente debido a que en el Ministerio de Salud se ha creado la Oficina de Recursos Estratégicos a quien se le ha encargado que tomen la decisión sobre la cantidad y tipo de insumos que se van a comprar y porque la Oficina de Estadística e Informática ha suspendido el uso de cualquier formato que provoque sistemas de información paralelos, por lo que los formatos de la Estrategia Nacional de Salud Reproductiva han perdido vigencia.

En la evaluación que realizó la Estrategia Nacional de SSR identificaron que esta forma de programación estuvo por debajo de las coberturas por lo que propusieron alcanzar una meta considerando que el 60% de las MEF necesitan un método de planificación familiar y asumiendo que de este porcentaje el 80% es atendido por el MINSA. Sin embargo, esta forma de planificar utilizando un promedio nacional para todo el país puede tener inconsistencias que en algunos casos sobrepase las necesidades o en otros puede ser insuficiente.

Hasta comienzos del año 2007 no se realizaba el monitoreo de los insumos de planificación familiar por falta de recursos y tiempo del personal. Hasta el 2003 se hacía cada año el inventario de métodos anticonceptivos en todos los almacenes y estaba a cargo de una institución externa al Ministerio. Actualmente se está registrando el consumo en el formato ICI (Informe de Consumo Integrado) del SISMED, sin embargo, se ha detectado que la información del SISMED (Sistema Integrado y de Suministro de Medicamentos del MINSA) no es consistente con lo real porque no se actualizan los Kardex de existencias.


El Perú tuvo uno de los sistemas logísticos de anticonceptivos más eficaces en Latinoamérica[3]. Desde 1997 hasta 2001, PRISMA (ONG peruana) y el Programa Nacional de Planificación Familiar establecieron un sistema de información logístico; prepararon y difundieron material de referencia; capacitaron al personal de MINSA y de ESSALUD; instituyeron niveles de existencias máximos y mínimos; mejoraron el almacenamiento; crearon un sistema de distribución eficiente; realizaron inventarios anuales de anticonceptivos; y proporcionaron capacitación práctica y supervisión de las funciones logísticas en las regiones. Como consecuencia de ello, el MINSA pudo, por primera vez, basar sus proyecciones de anticonceptivos, planes anuales de adquisición y listas de distribución en datos confiables sobre el consumo e inventario, evitando virtualmente faltas de insumos y pérdidas de los productos.


Los elementos del sistema logístico vertical de anticonceptivos a cargo de PRISMA concluyó el año 2001, y el sistema redujo su efectividad como antes de la reorganización del MINSA[4]. Esto se debe principalmente a que los datos del consumo e inventario recibidos de las Direcciones de Salud (DIRESA) ya no son completos.

El año 2006, con el apoyo de UNFPA, se realizó una evaluación del estado de abastecimiento e insumos de anticonceptivos en 17 regiones de salud en almacenes especializados y sub-almacenes y se encontraron problemas en el periodo y niveles de abastecimiento, inconsistencias en el stock de inicio de año, diferentes criterios para consolidar el consumo, problemas de distribución de anticonceptivos, pérdida de anticonceptivos, falta de información, desconocimiento de cantidades aprobadas en el año. Se ha encontrado que de 37 almacenes evaluados hay dos (5%) que están desabastecidos en condones, en sub-stock se encuentran 13% para DIU, 19% para orales, 27% para inyectables y 49% para condones. En sobre-stock se encuentran 73% para DIU, 46% para orales, 41% para inyectables y 32% para condones. Los resultados de esta evaluación indicaban que hay un importante problema de programación y análisis del nivel de abastecimiento. En general se reportó un sobre-stock en los establecimientos y problemas de abastecimiento de condones.

Esta situación, como ejemplo de lo que puede estar ocurriendo en otras prioridades sanitarias, exige que se tomen las acciones necesarias para mejorar la eficacia de las intervenciones en un escenario de descentralización.


REFERENCIAS


[1] MINSA (2006). Evaluación de las Funciones Esenciales de Salud Pública de la Autoridad Sanitaria Nacional. Lima: Ministerio de Salud, Junio, 2006

[2] MINSA. Resolución Ministerial N°536-2005/MINSA del Ministerio de Salud del Perú. Norma Técnica de Planificación Familiar. 14 de Julio 2005


[3] Taylor P, Subiria G, Cisek C, Basurto C, Mostajo P, Patykewich L y Karim A. 2004. Perú: Estudio sobre la Disponibilidad Asegurada de Insumos Anticonceptivos (DAIA), Arlington, VA: John Snow, Inc./DELIVER, y Washington, DC: Futures Group/POLICY II, USAID

[4] Taylor P y col. 2004, Op. Cit.
Fotografía: Mi hija Lissette en el Museo de Manitoba, Canadá, 2007

miércoles, 12 de septiembre de 2007

The Strategic Participative Health Planning in the Regions from Peru

By Anibal Velasquez


Since the passing of the decentralization legislation in Peru, the regions and local governments are required to promote citizens participation in the definition, debate and negotiation of their development plans and budgets, and to this effect, government has ordered the formation of regional, provincial and local health councils (consulting bodies of the respective governments) with members of civil society, to implement the health plans.

Between 2004 and 2006, 23 regional health plans were prepared, with different participative processes, such as: health personnel meetings, focus groups, group interviews, assemblies and a referendum (WHO, 2005)[1]. Public participation levels were also varied, ranging from those which where public participation was limited or non-existent, to those in which citizens were allowed to define health priorities or validate the viability of strategies and goals.

No evaluation has been made about what occurred in the definition of these plans or in the implementation thereof. Certain regions have published their regional health plans (Huánuco[2], Pasco[3], Junín[4] La Libertad[5], Lambayeque[6], Ucayali[7] and San Martín[8]) and as can be appreciated, there are sharp differences in the methodology used, in the degree of evidence backing the plans, in the level of public participation, in the institution responsible for implementing the actions, in the degree of inter-sectorial and inter-government actions, as well as in the degree of commitment of the highest regional authority in the definition of the plan and in its implementation.

Certain reflections (WHO, 2005)[9] and lessons learnt (Regional Government of Lambayeque, 2005)[10] have been published with regard to the regional planning process. These studies indicate that the participative processes generate enthusiasm and hopes of improvements, especially amongst the poorest participants, promising to serve as a tie with the allocation of resources geared to the neediest people, also finding deficiencies which may be improved in subsequent planning processes.

Accordingly, worth highlighting are the health plans of the La Libertad, Lambayeque, Ucayali and San Martín regions, which are no longer simple statements of good intentions and which were not meant to be management tools and social agreement documents between government and society. These plans defined the priorities, commitments, institutional arrangements, goals, indicators and agreements to monitor compliance. Three processes came into play in these regions: the political, the participative and the technical processes. Decision making to elect priorities and to validate goals and interventions was participative in form. With this object in mind, there were assemblies or caucuses held in Ucayali and San Martín and a referendum in Lambayeque (with 124,000 people voting) and in La Libertad (with 265,000 people voting), to define priorities. Technical people evaluated health needs and the preparation of the food and the vote ballot and then they checked the evidence on the factors and effectiveness of the interventions. Currently, these plans are in the implementation phase, and there is a commitment to implement them, even if the authorities change because of the new elections, as stated in the signed resolutions of regional political parties [11] [12] [13] [14].

Photograph: students voting by the priorities of health of the Strategic Participative Health Plann in Lambayeque, Peru (November 19, 2004)

References

[1] WHO (2005). Brazil and Peru pool views of their people to set health agenda. Bulletin of the World Health Organization; 83(7):485-486
[2] Gobierno Regional de Huanuco. Plan Regional de Salud Concertado 2003-2006, Huanuco (Perú). Available in: http://www.pathfinder-peru.org/site/DocServer/Plan_Regional_Concertado_de_Salud_Huánuco.pdf?docID=381, access September 2, 2007
[3] Dirección Regional de Salud de Pasco. Plan Regional Concertado de Salud de Pasco 2005-2015. Available in: http://www.diresapasco.gob.pe/crs/prcs%20edicion1.pdf, access September 2, 2007
[4] Consejo Regional de Salud de Junín. Plan Regional Concertado de Salud Junín 2005-2012. Available in: http://www.diresajunin.gob.pe/crsj/planconcertado.pdf, access September 2, 2007
[5] Gobierno Regional de La Libertad. Salud: La Voz de La Libertad. Plan Participativo Regional de Salud de La Libertad 2006-2010. Trujillo (Perú). Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2t0.pdf, access September 2, 2007
[6] Gobierno Regional de Lambayeque. Para Vivir Mejor. Plan Participativo Regional de Salud de Lambayeque 2005-2010. Chiclayo (Perú). Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2p1.pdf , access September 2, 2007
[7] Gobierno Regional de Ucayali. Salud para todos los ucayalinos. Plan Participativo Regional de Ucayali. Pucallpa (Perú). Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2p2.pdf , access September 2, 2007
[8] Gobierno Regional de San Martín. Plan Participativo Regional de Salud de San Martín 2007-2011. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/pprsm.pdf, access September 2, 2007
[9] WHO (2005). Brazil and Peru pool views of their people to set health agenda. Bulletin of the World Health Organization; 83(7):485-486
[10] Gobierno Regional de Lambayeque (2005). Consulta Ciudadana en Lambayeque. El Mandato Ciudadano en Salud. Chiclayo (Perú): Gobierno Regional de Lambayeque, Consejo Regional de Salud. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2o.pdf, access September 2, 2007
[11] Región La Libertad. Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de La Libertad, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/arll.pdf, access September 3, 2007
[12] Región Lambayeque, Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de Lambayeque, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/arll.pdf, September 3, 2007
[13] Región San Martín. Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de San Martín, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/arsm.pdf, access September 3, 2007
[14] Región Ucayali. Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de Ucayali, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/aru.pdf, access September 3, 2007

La Planificación Estratégica y Participativa de Salud en las regiones de Perú

Por Anibal Velásquez

A partir de la promulgación de la legislación de la descentralización en el Perú, las regiones y gobiernos locales están obligados a promover la participación ciudadana en la formulación, debate y concertación de sus planes de desarrollo y sus presupuestos, con este fin se ha decretado que se conformen Consejos Regionales de Salud, Provinciales y Locales de Salud (instancias consultivas de los gobiernos correspondientes) con miembros de la sociedad civil para conducir los planes de salud.

Durante los años 2004 a 2006 se han realizado 23 planes regionales de salud con diferentes procesos participativos, tales como: reuniones del personal de salud, grupos focales, entrevistas grupales, asambleas y referéndum[1]. Los niveles de participación pública también fueron diversos desde aquellos en que la participación pública fue limitada o inexistente hasta aquellos que permitieron que los ciudadanos definan las prioridades de salud o validen la viabilidad de las estrategias y las metas.

No se ha realizado una evaluación sobre lo acontecido en la formulación de estos planes ni sobre la implementación de los mismos. Algunas regiones han publicado sus planes regionales de salud (Huánuco[2], Pasco[3], Junín[4] La Libertad[5], Lambayeque[6], Ucayali[7] y San Martín[8]) y como se podrá ver tienen marcadas diferencias en la metodología empleada, en el grado de evidencias en los que se sustentan los planes, en el nivel de participación pública, en la institución responsable de implementar las acciones, el grado de acciones intersectoriales e intergubernamentales, así como en el grado de compromiso de la máxima autoridad regional en la formulación del plan y en la implementación.

Se han publicado algunas reflexiones[9] y lecciones aprendidas[10] sobre el proceso de planificación regional, estos estudios indican que los procesos participativos generan entusiasmo y esperanzas de mejora en especial en los más pobres que participaron y que promete ser vinculante con la asignación de recursos hacia los más necesitados, también han encontrado deficiencias que pueden ser mejoradas en siguientes procesos de planificación.

Así, se destacan los planes de salud de las regiones de La Libertad, Lambayeque, Ucayali y San Martín que dejaron de ser simples declaraciones de buenas intenciones y que no se llegaban para ser herramientas de gestión y documentos de pacto social entre el Estado y la sociedad. En estos planes se definieron las prioridades, los compromisos, los arreglos institucionales, las metas, los indicadores y los acuerdos para vigilar su cumplimiento. En estas regiones se conjugaron tres procesos: el político, participativo y técnico. La toma de decisiones para elegir las prioridades y para validar las metas y las intervenciones se realizó en forma participativa. Con este fin, se han desarrollado asambleas o cónclaves en Ucayali y San Martín y referéndum en Lambayeque (votaron 124 mil ciudadanos) y La Libertad (votaron 265 mil ciudadanos) para definir prioridades. Los técnicos evaluaron las necesidades de salud y elaboraron el menú y la cédula de votación y luego revisaron las evidencias sobre los factores y la eficacia y efectividad de las intervenciones. Actualmente estos planes se encuentran en fase de implementación y existe el compromiso de implementarlo aún cuando cambien las autoridades por nuevas elecciones, tal como se expresa en los acuerdos de partidos políticos regionales firmados[11] [12] [13] [14].
Fotografía: Escolares de un colegio de Lambayeque votando por las prioridades de salud del Plan Participativo Regional de Salud (19 de Noviembre, 2004)
Referencias

[1] WHO (2005). Brazil and Peru pool views of their people to set health agenda. Bulletin of the World Health Organization; 83(7):485-486
[2] Gobierno Regional de Huanuco. Plan Regional de Salud Concertado 2003-2006, Huanuco (Perú). Available in: http://www.pathfinder-peru.org/site/DocServer/Plan_Regional_Concertado_de_Salud_Huánuco.pdf?docID=381, access September 2, 2007
[3] Dirección Regional de Salud de Pasco. Plan Regional Concertado de Salud de Pasco 2005-2015. Available in: http://www.diresapasco.gob.pe/crs/prcs%20edicion1.pdf, access September 2, 2007
[4] Consejo Regional de Salud de Junín. Plan Regional Concertado de Salud Junín 2005-2012. Available in: http://www.diresajunin.gob.pe/crsj/planconcertado.pdf, access September 2, 2007
[5] Gobierno Regional de La Libertad. Salud: La Voz de La Libertad. Plan Participativo Regional de Salud de La Libertad 2006-2010. Trujillo (Perú). Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2t0.pdf, access September 2, 2007
[6] Gobierno Regional de Lambayeque. Para Vivir Mejor. Plan Participativo Regional de Salud de Lambayeque 2005-2010. Chiclayo (Perú). Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2p1.pdf , access September 2, 2007
[7] Gobierno Regional de Ucayali. Salud para todos los ucayalinos. Plan Participativo Regional de Ucayali. Pucallpa (Perú). Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2p2.pdf , access September 2, 2007
[8] Gobierno Regional de San Martín. Plan Participativo Regional de Salud de San Martín 2007-2011. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/pprsm.pdf, access September 2, 2007
[9] WHO (2005). Brazil and Peru pool views of their people to set health agenda. Bulletin of the World Health Organization; 83(7):485-486
[10] Gobierno Regional de Lambayeque. Consulta Ciudadana en Lambayeque. El Mandato Ciudadano en Salud. Chiclayo (Perú): Gobierno Regional de Lambayeque, Consejo Regional de Salud. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/publica/2o.pdf, access September 2, 2007
[11] Región La Libertad. Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de La Libertad, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/arll.pdf, access September 3, 2007
[12] Región Lambayeque, Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de Lambayeque, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/arll.pdf, September 3, 2007
[13] Región San Martín. Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de San Martín, 2006. Available in: http://www.praes.org/docs-pdf/arsm.pdf, access September 3, 2007
[14] Región Ucayali. Acuerdo de Partidos Políticos en Salud de Ucayali, 2006. Available in: access September 3, 2007

The Strategic Planning of the Health Sector in Peru

By Anibal Velásquez


Peru’s first National Health Plan was conducted for the 1966 - 1970 period. It was prepared by the National Planning Institute, through a sectorial office. The plan was carried out using a regulatory methodology, and it was not coordinated with the Ministry of Health, and therefore, it was not put into practice.

During the 1973 - 1974 period, there was a migration to bi-annual planning; however, bi-annual plans did not work very well. Action Plan 2000 was prepared in 1983, with definitions of policy guidelines to achieve the goals set forth for the Salud para Todos [Health for Everyone] initiative (OPS/OMS, 1982)[1]. In 1985, with a new government, there were new basic guidelines prepared for the national health policy. In 1993, there was a specific proposal as to the need to pay attention to local planning by development zones, to a large extent, due to the disappointment of the results of the planning performed at the national level. But this did not succeed either, as government remained centralized.

In the year 2001, the national planning process was re-started to make up for the lack of planning. This is how the national health policy guidelines for the 2002-2012 period were prepared. This effort sought to set the basis for the definition of the national plan, but it could not be continued.

In any case, the characteristics of the efforts made for sectorial planning haven been known for the high level of irregularity in their production, intensive temporary and political non-continuity, as the plans were basically a formal requirement and they did not provide a direction to action, planning efforts ended up becoming policy guidelines and strategies, but they were not real plans with explicit priorities or goals, and the planning efforts have been sub-sectorial (Ministry of Health) and centralized without public participation of any type.

Starting in 2004, this form of planning has changed, due to a political decision to decentralize government’s branches and to make wealth distribution more equitable. Regional plans have characterized themselves for being more participative, and in most cases they have explicit priorities, and some plans have allowed citizens to decide on health priorities and for civil society to validate strategies and goals. In addition to being participative, many of these regional plans are territorial, not only for health services, in such way that the chosen priorities refer not only to damages and problems in the health services, but also to problems in certain determining aspects of health, such as water, sanitation, citizens security and environmental pollution, which are the competence of other sectors and municipalities.

After the regional experience, during the early months of 2007, the Ministry of Health developed the Concerted National Health Plan (PNCS). The initial design took into account that citizens would bet involved in the definition process, particularly in decision making with regard to sanitary priorities and priority changes in the health system, based on an already defined technical proposal. This dimension, however, only went half way. The participation of organized and non-organized citizens centered around the regional PNCS consultation meetings or assemblies, where an election took place of the representatives who would attend a National Assembly where the right to determine the plan’s priorities would be exercised (over 1000 representatives were expected). The participation of organized and non-organized citizens centered around the regional PNCS consultation meetings or assemblies, where an election took place of the representatives who would attend a National Assembly. The Ministry of Health sought political backing at the highest level of the National Executive branch for the holding of the Assembly, and tin the end, the Assembly was cancelled (PRAES, 2007)[2].

Thus, this plan, reviewed in the regions and approved by civil society’s representatives at the National Health Council was published in Ministerial Resolution on July 21, 2007, becoming a plan without explicit priorities to guide the health sector’s actions between 2007 and 2011. It is expected that its implementation will require new participative processes to resolve with the other sectors, local governments and civil society where to start and to define who does what. For this reason, it will be necessary to better document the advantages and effects of public participation in planning, especially in the definition of priorities.



[1] OPS/OMS. Salud para Todos en el año 2000. Plan de Acción para la instrumentación de las Estrategia Regionales. Washington: OPS/OMS, 1982 (D.O. 179).
[2] PRAES, José Calderón Yberico, Viceministro de Salud. Entrevista sobre el Plan Nacional Concertado de Salud. Lima: Boletín PRAES. Abril-Junio 2007, p: 16-19. Available in: http://www.praes.org/sistema/docs_boletin/BoletinPRAESJunio2007.pdf, access September 3, 2007

Source: Velásquez A, Granados A. Plan Nacional Concertado de Salud. Perspectiva de un proceso. Lima: Boletín PRAES. Abril-Junio 2007, p: 3-15. Available in: http://www.praes.org/sistema/docs_boletin/BoletinPRAESJunio2007.pdf, access September 3, 2007

La Planificación Estratégica en el Sector Salud en el Perú


Autor: Anibal Velásquez




El primer Plan Nacional de Salud del Perú fue realizado para el periodo 1966-1970 y fue elaborado por el Instituto Nacional de Planificación, a través de una oficina sectorial, este plan fue realizado con una metodología normativa y no fue coordinado con el Ministerio de Salud por lo que éste no se llevó a la práctica.

Durante el período 1973-1974 se migró a una planificación bianual, sin embargo, los planes bianuales tuvieron poca operatividad. En 1983 se elaboró el Plan de Acción 2000, donde se definieron lineamientos de política para lograr las metas de la iniciativa Salud para Todos . En 1985, con un nuevo gobierno se elaboraron nuevos lineamientos básicos de la política nacional de salud. En 1993, se plantea de manera expresa, la necesidad de poner atención a la planificación local y por zonas de desarrollo, en gran medida frente al desencanto de los resultados de la planificación a nivel nacional, pero también no tuvieron éxito porque el Estado permanecía centralizado.

El año 2001 se reinicia un proceso de planeamiento nacional, para cubrir la falta de planificación. Así se elaboran los lineamientos de política nacional de salud 2002-2012. Este esfuerzo buscaba poner las bases para la formulación del plan nacional, pero no pudo ser continuado.

De cualquier manera, las características de los esfuerzos por planificación sectorial se han caracterizado por gran irregularidad de su producción, intensa discontinuidad temporal y política, los planes eran básicamente un requisito formal y no orientaban la acción, los esfuerzos por planificar terminaban en lineamientos de política y en estrategias, pero no en verdaderos planes con prioridades ni metas explícitas, y los esfuerzos por planificar han sido subsectoriales (Ministerio de Salud) y centralizados sin participación pública de ningún tipo.

A partir del año 2004, esta forma de planificar ha cambiado, debido a una decisión política de descentralizar los poderes del Estado y hacer más equitativa la distribución de la riqueza. Los planes regionales se han caracterizado por ser más participativos, en la mayoría de casos tienen prioridades explícitas, y algunos planes han permitido que los ciudadanos decidan las prioridades de salud y que la sociedad civil valide las estrategias y las metas. Además de participativos, muchos de estos planes regionales son territoriales y no solo para los servicios de salud, de tal forma que las prioridades elegidas se refieren no solo a daños o problemas en los servicios de salud, sino también a problemas en algunos determinantes de la salud como el agua, saneamiento, seguridad ciudadana, contaminación ambiental, que competen a otros sectores y a los municipios.

Luego de la experiencia regional, durante los primeros meses del año 2007, el Ministerio de Salud ha desarrollado el Plan nacional Concertado de Salud (PNCS). En su diseño inicial consideraba que los ciudadanos se involucrarían en el proceso de formulación, particularmente en la toma de decisiones de las prioridades sanitarias y los cambios prioritarios en el sistema de salud, sobre la base de una propuesta técnica ya definida. Esta. La participación de los ciudadanos organizados y no organizados estuvo centrada en las reuniones o asambleas regionales de consulta del PNCS, donde se eligieron a los representantes que irían a una asamblea nacional donde se ejercería el derecho a determinar las prioridades del Plan (se esperaban más de 1000 representantes). Sin embargo, este proceso se quedó a medio camino. La participación de los ciudadanos organizados y no organizados estuvo centrada en las reuniones o asambleas regionales de consulta del PNCS, donde se debatieron las metas y estrategias, y se eligieron a los representantes que irían a una asamblea nacional. El Ministerio de Salud buscó respaldo político del más alto nivel en el Ejecutivo Nacional para la realización de la Asamblea y el desenlace fue la cancelación de la Asamblea .

Así, este plan, revisado en las regiones y aprobado por representantes de la sociedad civil en el Consejo Nacional de Salud fue publicado con resolución ministerial el 21 de Julio de 2007, constituyéndose en el plan sin prioridades explícitas que orientará las acciones del sector salud del 2007 al 2011. Se espera que para su implementación se necesiten nuevos procesos participativos para acordar con los otros sectores, gobiernos locales y sociedad civil por dónde comenzar y definir quién hace qué.

Fuente: Velásquez A, Granados A. Plan Nacional Concertado de Salud Perspectiva de un proceso. Lima: Boletín PRAES. Abril-Junio 2007, p: 3-15. Disponible en: http://www.praes.org/sistema/docs_boletin/BoletinPRAESJunio2007.pdf . Acceso: 3 de Septiembre 2007