Por Anibal Velásquez
Para
prevenir las enfermedades crónicas es necesario invertir en un conjunto
completo de estrategias y acciones, esto incluye la creación de entornos que
promuevan y protejan la salud, así como cambiar la forma de planificar y
gestionar los servicios de salud. Por esta razón se propone un enfoque global
para planificar las acciones de todos los sectores, sociedad civil y la
comunidad. El marco conceptual de este enfoque se muestra en la Figura 1.
Este marco conceptual está diseñado para el uso conjunto de una amplia gama de actores que influyen y comparten la responsabilidad de la planificación de las enfermedades crónicas, tales como: el Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Ministerio de la Producción, Ministerio de Agricultura, Ministerio de la Mujer, Ministerio de Trabajo, las autoridades regionales, las redes de la salud, servicios de salud privados, las municipalidades, las empresas, las organizaciones no gubernamentales, las universidades, los colegios profesionales y las asociaciones y redes.
Fig. 1. Marco conceptual para la acción de la promoción de la salud[1]
Las acciones
dirigidas a las personas, se realizan principalmente a través de los servicios
de salud (atención primaria). Estas acciones están dirigidas a modificar los
factores de riesgo comunes de las enfermedades crónicas, tales como el
tabaquismo, la alimentación saludable, actividad física y el peso saludable. Su
objetivo es promover y apoyar conductas saludables para reducir la discapacidad
y la muerte, especialmente para aquellos en riesgo o que viven con enfermedades
crónicas.
Las
acciones dirigidas a la población, se realizan principalmente a través de
enfoques intersectoriales y de colaboración. Estas acciones tienen como objetivo
crear ambientes propicios para la salud a través de las intervenciones
estructurales y la política.
El modelo incluye la
promoción de la salud de la población, los determinantes sociales de la salud y
una mayor participación comunitaria como parte integrante de la labor del
sistema de salud en temas de enfermedades crónicas.
Hasta la fecha existe una
capacidad limitada para la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles,
tanto en la salud pública y el sistema de atención primaria de salud. Aún hace
falta mayor capacidad de recursos financieros y humanos, el desarrollo de
políticas intersectoriales, legislación y reglamentación para promover y
proteger la salud de los factores de riesgo. Recientemente se están iniciando programas
integrales de promoción de la salud en las escuelas, lugares de trabajo y en la
comunidad.
También se necesita de un
sistema de servicios de salud que integre el bienestar, la prevención y el auto-cuidado
en la práctica habitual que monitoreen el estado de salud, los factores de
riesgo, los determinantes de la salud, y la eficacia de los programas. Se propone
construir un sistema de prevención de enfermedades no transmisibles que integre mejor las piezas clave del sistema
(Fig. 2). En el Perú esto significa reformar el primer nivel de atención en
especial para hacer más equitativo el acceso a mejores servicios de prevención
y control de estas enfermedades.
La prevención de las enfermedades crónicas y su manejo
continuo se proporciona mediante la prestación de servicios que incluyen: la
promoción de la salud para prevenir que la población saludable progrese hacia
los grupos de riesgo, la prevención en los que tienen factores de riesgo para
evitar que progresen a la enfermedad y la prevención en los enfermos para evitar
que progresen hacia las complicaciones y la muerte prematura. Las acciones más
efectivas se dan en la población sana y en los que tienen factores de riesgo
mediante el desarrollo de políticas, estrategias de comunicación, desarrollo
comunitario, educación, desarrollo de habilidades y el desarrollo de entornos
saludables.
La atención primaria se realiza con énfasis en la
prevención clínica y el manejo de enfermedades crónicas. Está dirigida a
individuos y familias con múltiples factores de riesgo y co-morbilidad mediante
atención individual y en grupo. La atención secundaria y terciaria tiene énfasis en el manejo de
enfermedades crónicas (por lo general una enfermedad específica) y está
dirigida a las personas que utilizan los servicios.
Los
factores de riesgo más comunes son el tabaquismo, consumo
excesivo e inapropiado de alcohol, inactividad física, obesidad, hipertensión
arterial, perfil lipídico alterado y dieta inadecuada. Existen evidencias sobre el impacto de
intervenciones que pueden reducir la exposición a estos factores[3], principalmente el consumo de tabaco,
dieta malsana, inactividad física y el uso nocivo del alcohol. Si se eliminan estos
factores se reduce hasta un 80% de las enfermedades del corazón, derrames
cerebrales y diabetes tipo 2 y más de un tercio de los cánceres[4]. Así mismo, luego que las
enfermedades se hacen presentes, se ha probado que con un diagnóstico oportuno
y tratamiento adecuado es posible reducir la mortalidad precoz y la
discapacidad que producen estas enfermedades. En los países desarrollados se ha mostrado que
la prevalencia de enfermedades crónicas, la mortalidad precoz y los niveles de
discapacidad pueden reducirse adoptando medidas apropiadas de promoción de la
salud y estrategias de prevención[5].
Sin embargo, los determinantes sociales de la salud condicionan la
existencia de grupos más vulnerables a los riesgos y a las enfermedades no
transmisibles. En particular, los hogares pobres están más expuestos a tener
dietas menos saludables, mayor uso nocivo de alcohol, mayor exposición a
contaminantes ambientales y menos acceso a servicios de salud donde realicen
diagnósticos oportunos y provean tratamientos efectivos. En consecuencia, se necesita implementar
estrategias para un acceso más equitativo a estos servicios de promoción,
prevención y control de las enfermedades no transmisibles.
La promoción de la salud implica un compromiso para
hacer frente a los desafíos de la reducción de las inequidades, ampliar el
ámbito de la prevención, y ayudar a las personas para hacer frente a sus
circunstancias. Esto significa fomentar la participación pública, fortalecer
los servicios de salud comunitaria y la coordinación de políticas públicas
saludables Por otra parte, significa la creación de entornos favorables para la
salud, en los que las personas sean más capaces de cuidar de sí mismos, y
ofrecer apoyo mutuo en la solución y la gestión de los problemas colectivos de
salud.
Esta estrategia se sostiene en las acciones que realizan los
distintos actores para prevenir la exposición a los riesgos[6]. Las acciones se ubican
en diversos niveles de gobierno y sectores del Estado, sector privado, sociedad
civil y los hogares.
La disponibilidad de financiamiento es, obviamente,
una cuestión crítica. Las presiones creadas por el envejecimiento de la
población y la creciente incidencia de la discapacidad tendrán una pesada carga
sobre los recursos financieros. Sin embargo, el enfoque de promoción de la
salud tiene el potencial a largo plazo para frenar el crecimiento de los costos
de atención médica.
El Plan se basa en las estrategias actuales y planes
de acción de la OMS[7] [8]y
OPS[9],
así como en las evidencias proporcionadas por las revisiones sistemáticas de
las intervenciones efectivas publicadas en revistas científicas.
1.
Cadena causal de la propuesta de Plan Nacional de Prevención y Control de las
Enfermedades no Transmisibles
[1] Adaptado de: CPHA. A Tool for Strengthening Chronic
Disease Prevention and Management. Through Dialogue, Planning and Assessment.
Canadian Public Health Association, 2008
[2] Adaptado de: CPHA. A Tool for Strengthening Chronic
Disease Prevention and Management. Through Dialogue, Planning and Assessment.
Canadian Public Health Association, 2008
[3] WHO. 2008-2013 Action Plan for the Global Strategy for the Prevention
and Control of Noncommunicable Disease. Geneva: World Health Organization, 2008
[4] Organización
Panamericana de la Salud. Estrategia Regional y Plan de Acción para Un Enfoque
Integrado Sobre la Prevención y el
Control de las Enfermedades Crónicas. 2002.
[5] Organización
Mundial de la Salud. Informe sobre la salud en el mundo 2003: Forjemos el
futuro. Ginebra: Organización Mundial de la Salud
[6]
Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer/Instituto Estadounidense de
Investigación sobre el Cáncer: Alimentos,nutrición, actividad física, y la
prevención del cáncer: una perspectiva mundial. Washington, D.C.: AICR, 2009.
[7] WHO. 2008-2013 Action Plan for the Global Strategy for the Prevention and Control of Noncommunicable Disease. Geneva: World Health Organization, 2008
[8] OMS. Estrategia Mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2004
[9] OPS. Estrategia regional y plan de acción para un enfoque integrado sobre la prevención y el control de las enfermedades crónicas. Washington DC: Organización Panamericana de la Salud, 2007
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