jueves, 10 de abril de 2014

La descentralización y la salud pública


Por Anibal Velásquez
 
 
Existen reportes que analizan cómo las formas y los procesos de la descentralización afectan los programas de salud pública. En particular, estudian las consecuencias sanitarias del pasaje de los programas verticales de control de las enfermedades transmisibles a programas más horizontales e integrados en sistemas descentarlizados de salud[1] [2] [3] [4].

Así se ha reportado que los procesos de descentralización de los programas de prevención y control de las enfermedades transmisibles han sido heterogéneos en los distintos países. En ese marco, se revisaron reportes sobre los resultados de las experiencias de descentralización en el control de las enfermedades transmisibles, según los contextos institucionales y materiales donde se produjeron, con el fin de identificar los factores que condujeron a mejores o peores resultados en los distintos países[5].

A continuación se realizará una breve revisión sobre el efecto de la descentralización en la salud pública y en particular en la prevención y control de la malaria.



 Generalmente se espera que, las reformas al sector de la salud mejoren la equidad, la eficiencia, la calidad y la viabilidad financiera del sistema de salud[6].Durante las décadas de los ochenta y de los noventa, y hasta el presente, una de las estrategias de reorientación de los servicios de salud más promovida en el marco de los procesos de reforma ha sido la descentralización.

La descentralización de los sistemas nacionales de salud fue una propuesta de reforma que llegó a la popularidad a nivel mundial en los 1990’s. Se pensaba que los sistemas de salud mejorarían si hubiera más control de los funcionarios locales. Así, se implementaron varios modelos de descentralización en países en vías de desarrollo de América Latina, África, y Asia. Sin embargo, los resultados han sido variables[7].

En algunos países de América Latina, la descentralización del sector salud forma parte de una reforma más amplia de este sector y de la modernización del Estado. Ésta promueve la descentralización institucional y territorial como un medio para que haya competencia en el sector público y se esté consciente del control de costos, así como para desarrollar un nuevo papel del Estado [8],[9]. Rojas[10] sugiere que casi todos los países latinoamericanos han adoptado un proceso de descentralización del Estado o de algunos servicios públicos, como salud y educación. Por ejemplo, Colombia, Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Chile y Ecuador han creado un marco constitucional que redistribuye los recursos y las responsabilidades entre los diferentes ámbitos de gobierno.

La descentralización implica una readecuación de las relaciones entre el Estado y la sociedad, que se expresa en la transferencia de competencias de una entidad constituida a partir de una jurisdicción nacional a otra de orden sub-nacional. La descentralización forma parte del proceso de democratización del Estado y replantea las formas de representación y participación de la población[11].

Con la descentralización el gobierno central transfiere el poder político, los recursos, la toma de decisiones y la administración a organismos tales como agencias locales, unidades subordinadas de gobierno, corporaciones públicas semiautónomas, el gobierno local u organizaciones comunitarias[12]. En consecuencia, se requiere que los niveles sub-nacionales fortalezcan su Desarrollo Institucional (DI) y los mecanismos de Participación Comunitaria (PC). El DI implica crear y fortalecer la capacidad de las instituciones u organizaciones para generar, asignar y usar los recursos humanos y financieros de manera eficiente y efectiva, a fin de lograr los objetivos públicos[13]. La PC implica un proceso mediante el cual la comunidad participa en la planeación, ejecución, evaluación y decisión de problemas públicos que afectan a los individuos y a la comunidad[14] [15] [16].

Se ha reportado que la descentralización es un campo de intereses conflictivos, en el que están inscritos actores sociales específicos. Cada uno de estos tiene sus prácticas concretas que moldean, aceleran o frenan al proceso. En consecuencia, se trata de un proceso altamente heterogéneo que puede llevar a resultados no siempre deseados[17].

La descentralización de los Estados expresa el abandono de la organización centralista en el manejo de los conflictos e intereses. La forma de organización descentralizada de los sistemas políticos, las finanzas públicas, la administración y prestación de servicios básicos a la población  es el resultado de la pugna entre estrategias de una multiplicidad de actores económicos, políticos y sociales[18].

Al descentralizar un sistema de salud, hay dos preguntas claves: ¿Quién tiene el poder de hacer decisiones? y ¿cuánto poder tiene sobre cuáles funciones? Los modelos y las estrategias de la descentralización pueden ser muy diversas. Se puede trasladar poder al nivel de la provincia, el municipio, o la unidad. Esto incluye las decisiones sobre los recursos humanos y sobre la prestación de servicios, así como la coordinación entre gobiernos sub-nacionales[19].Para implementar un proceso de descentralización, hay nuevas leyes y regulaciones que definen las estructuras de autoridad del sistema de salud[20].

Las teorías de la descentralización predicen que hay beneficios y desventajas de esta política[21]. La razón que más justifica la descentralización es el hecho que los servicios son más efectivos cuando sirven grupos con gustos relativamente homogéneos. Además, los costos son más bajos cuando se recolecta y procesa información de áreas u organizaciones más pequeñas. Se asume que las autoridades locales tendrán una mayor responsabilidad ante el público por sus decisiones[22].

En la descentralización, el gobierno central generalmente asocia a la figura del Ministro de Salud la determinación de las metas y parámetros de los programas y políticas de salud. A través de los varios modos de descentralización descritos, el gobierno central transfiere autoridad y recursos hacia los agentes locales – gobiernos municipales y regionales, direcciones descentralizadas o instituciones autónomas - para la implementación de sus objetivos.

En particular en la descentralización de los programas nacionales de salud pública, se establece una relación “agente- principal”, en el cual los gobiernos centrales y locales tienen objetivos al menos parcialmente distintos. A menudo, los agentes tienen preferencias distintas con respecto a la combinación de actividades y gastos a realizar, y responden a un grupo distinto de interesados y audiencias en comparación a los principales del nivel nacional[23].

Las instituciones sub-nacionales, entonces, pueden tener incentivos para evadir los mandatos establecidos por el gobierno central. Además, dado que los agentes tienen una mejor información acerca de sus propias actividades que la tiene el principal, ellos tienen la posibilidad de “eludir” responsabilidades definidas por el gobierno central y así concentrarse en sus propios programas. El costo que tiene para el principal superar esta asimetría de información resulta extremadamente alto. En este contexto, el gobierno central persigue la obtención de sus objetivos a través de incentivos y sanciones que efectivamente guíen el comportamiento del agente sin generar pérdidas inaceptables en eficiencia e innovación. Se emplean diversos mecanismos para este efecto, incluyendo el monitoreo, reportes, inspecciones, informes de desempeño, contratos, concesiones, etc.[24]

La descentralización puede ser vista como un proceso de ampliación del espacio de decisión o rango de alternativas de los agentes sub-nacionales, dentro de las varias esferas de la política, administración, finanzas, y gobierno[25]. El principal central voluntariamente trasfiere la autoridad formal al agente para promover sus objetivos de política de salud. El grado y la naturaleza de esta transferencia difieren caso a caso, y definen la función de la relación agente-principal y el sistema descentralizado como un todo[26].

El gobierno central tiene otros canales de control a su disposición para definir o pasar por sobre decisiones sub-nacionales. El gobierno central puede incentivar a quienes deciden a nivel local para que tomen decisiones a favor de prioridades nacionales. Estos incentivos pueden ser en la forma de financiamiento compartido, en el que el gobierno nacional entrega fondos para una actividad prioritaria si el gobierno sub-nacional entrega una cantidad similar de recursos e implementa la actividad. Los incentivos pueden también tomar la forma de directrices– por ejemplo, un modelo de tarifas – u otras formas de asistencia técnica para mejorar la capacidad local y para influenciar las decisiones locales. Pueden también tomar la forma de capacitaciones para el desarrollo de aptitudes en áreas que fortalezcan las prioridades centrales. Pueden también existir mecanismos para un reconocimiento especial del cumplimiento de metas en áreas prioritarias- tales como, competencias por las más altas tasas de inmunización entre regiones[27].

Sin embargo, hay varios retos que van en contra a la descentralización. Por ejemplo, las unidades descentralizadas tienen que ser suficientemente grandes para captar ciertas economías de escala. También, la descentralización puede ser poco equitativa, porque se hace difícil la redistribución entre comunidades. Finalmente, la transferencia de recursos fiscales a los niveles sub-nacionales puede crear más oportunidades de corrupción[28].

Otro factor importante de la descentralización es el contexto en que se desarrolla. Por ejemplo, la descentralización ha sido usada para ocultar la continuada presencia de una administración centralizada. También se dan casos en que las funciones o los recursos han sido delegados a los niveles inferiores del gobierno sin un sistema que apoya, coordina, y regula sus acciones[29].



[1] Yadón ZE, Gürtler GE, Tobar F, Medicin AC (editores). Descentralización y gestión del control de las enfermedades transmisibles en América Latina. Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud; 2006
[2] Yadón ZE, Gürtler GE, Tobar F, Medicin AC (editores). Descentralización y gestión del control de las enfermedades transmisibles en América Latina. Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud; 2006
[3] 8.  Schmunis GA, Dias JC. La reforma del sector salud, descentralización, prevención y control de enfermedades transmitidas por vectores. Cad Saude Publica. 2000;16(Sup. 2):117-23
[4] 9.  Kalk A, Fleischer K. The decentralization of the health system in Colombia and Brazil and its impact on leprosy control. Lepr Rev. 2004;75:67-78
[5] Yadón ZE, Gürtler GE, Tobar F, Medicin AC (editores). Descentralización y gestión del control de las enfermedades transmisibles en América Latina. Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud; 2006
[6] Bossert, T., W. Hsiao, M. Barrera, L. Alarcon, M. Leo y C. Caseres (1998), “Transformation of Ministries of Health in the Area of Health Reform: The Case of Colombia”, Health Policy and Planning, vol. 13, núm, 1, pp. 59-77
[7]Goldman M. La descentralización del sistema de salud del Ecuador: un estudio comparativo de “Espacio de Decisión” y capacidad entre los sistemas municipales de salud de Quito, Guayaquil y Cuenca, 2009
[8] Bossert, T. J., M. Chawla, D. Bowser, J. Beauvais, U. Giedion, J. J. Arbelaez y A. López (2000a), “Applied Research on Decentralisation of Health Systems in Latin America: Colombia Case Study”, Health Sector Reform Initiative 32, AC.HSR.
[9] Haggard, S. (1999), “The Politics of Decentralisation in Latin America”, World Bank Latin American and Caribbean Studies, Annual World Bank Conference on Development in Latin America and the Caribbean. Decentralisation and Accountability of the Public Sector, Washington, pp. 9-31.
[10] Rojas, F. (1999), “The Political Context of Decentralisation in Latin America”, World Bank Latin American and Caribbean Studies, Annual World Bank Conference on Development in Latin America and the Caribbean, Decentralisation and Accountability of the Public Sector, pp. 9-31.
[11] Martínez F, Knudson R, Mendoza O, Ordóñez O, Castro C. El Impacto de las reformas en salud de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la situación de la malaria. Lima: Organismo Andino de Salud/Convenio Hipólito Unanue, 2007
[12] Cheema, G. S. y D. A. Rondinelli (1983), Decentralisation and Development, Beverley Hills, Sage.
Rondinelli, D.A. (1990), Decentralizing Urban Development Programs. A Framework for Analysing Policy, Office of Housing and Urban Programs of the US, Washington, Agency for International Development.
López, M. R. (1995), Fiscal Decentralisation in Latin America, Washington, World Bank.
[13] Buyck, B. (1998), “The Bank’s Use of Technical Assistance for Institutional Development”, en L. Montiel, Institutional Development of Local Government in a Developing Country. The Case of Venezuela, tesis doctoral, Universidad de Birmingham.
[14] Penagos, G. (1994), Descentralización administrativa, Bogotá, Librería del Profesional.
[15]Álvarez, S. E., E. Dagnino y A. Escobar (2001), “Introduction: The Cultural and Political in Latin American Social Movements”, en L. Morgan, “Community Participation in Health: Perpetual Allure, Persistent Challenge”, Health Policy and Planning, vol. 16, núm. 3, pp. 221-230.
[16]Kahssay, H. M. y P. Oakley (1999), Community Involvement in Health Development: A Review of the Concept and Practice, Ginebra, WHO.
[17] Martínez F, Knudson R, Mendoza O, Ordóñez O, Castro C. El Impacto de las reformas en salud de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la situación de la malaria. Bogotá: Organismo Andino de Salud/Convenio Hipólito Unanue, 2007
[18] Martínez F, Knudson R, Mendoza O, Ordóñez O, Castro C. El Impacto de las reformas en salud de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la situación de la malaria. Bogotá: Organismo Andino de Salud/Convenio Hipólito Unanue, 2007
[19] Bossert T. La Descentralización de los Sistemas de Salud en Latinoamérica: Un Análisis Comparativo de Chile, Colombia y Bolivia. Harvard School Public Health, Iniciativa de Reforma del Sector de la Salud de Latinoamérica y el Caribe, financiado por USAID, 2000
[20]Goldman M. La descentralización del sistema de salud del Ecuador: un estudio comparativo de “Espacio de Decisión” y capacidad entre los sistemas municipales de salud de Quito, Guayaquil y Cuenca, 2009
[21] Savedoff, William D., compilador. La organización marca la diferencia: Educación y salud en América Latina. Banco Interamericano de Desarrollo: Washington, D.C.,1998. En: Goldman M. La descentralización del sistema de salud del Ecuador: un estudio comparativo de “Espacio de Decisión” y capacidad entre los sistemas municipales de salud de Quito, Guayaquil y Cuenca, 2009
[22]Goldman M. La descentralización del sistema de salud del Ecuador: un estudio comparativo de “Espacio de Decisión” y capacidad entre los sistemas municipales de salud de Quito, Guayaquil y Cuenca, 2009
[23] Bossert T. La Descentralización de los Sistemas de Salud en Latinoamérica: Un Análisis Comparativo de Chile, Colombia y Bolivia. Harvard School Public Health, Iniciativa de Reforma del Sector de la Salud de Latinoamérica y el Caribe, financiado por USAID, 2000
[24] Bossert T. La Descentralización de los Sistemas de Salud en Latinoamérica: Un Análisis Comparativo de Chile, Colombia y Bolivia. Harvard School Public Health, Iniciativa de Reforma del Sector de la Salud de Latinoamérica y el Caribe, financiado por USAID, 2000
[25] Bossert, T., W. Hsiao, M. Barrera, L. Alarcon, M. Leo y C. Caseres (1998), “Transformation of Ministries of Health in the Area of Health Reform: The Case of Colombia”, Health Policy and Planning, vol. 13, núm, 1, pp. 59-77
[26] Bossert T. La Descentralización de los Sistemas de Salud en Latinoamérica: Un Análisis Comparativo de Chile, Colombia y Bolivia. Harvard School Public Health, Iniciativa de Reforma del Sector de la Salud de Latinoamérica y el Caribe, financiado por USAID, 2000
[27] Bossert T. La Descentralización de los Sistemas de Salud en Latinoamérica: Un Análisis Comparativo de Chile, Colombia y Bolivia. Harvard School Public Health, Iniciativa de Reforma del Sector de la Salud de Latinoamérica y el Caribe, financiado por USAID, 2000
[28]Goldman M. La descentralización del sistema de salud del Ecuador: un estudio comparativo de “Espacio de Decisión” y capacidad entre los sistemas municipales de salud de Quito, Guayaquil y Cuenca, 2009
[29]Goldman M. La descentralización del sistema de salud del Ecuador: un estudio comparativo de “Espacio de Decisión” y capacidad entre los sistemas municipales de salud de Quito, Guayaquil y Cuenca, 2009

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