jueves, 10 de abril de 2014

La descentralización y los programas de control de la malaria


Por Anibal Velásquez
 
 
La malaria es la enfermedad metaxénica de mayor importancia a nivel mundial por el número de países afectados, así como la cantidad de personas que enferman y mueren cada año[1] [2]. En décadas pasadas se ha trabajado estrategias de eliminación a través de programas verticales que están siendo revisadas[3] [4].

Los procesos de implementación de la descentralización son graduales y se encuentran inmersos en una serie de reformas que, a veces van más allá del sector salud y, pueden enmascarar el efecto real de la descentralización, como programas para vivienda, saneamiento, educación, cambios en la dinámica poblacional, entre otros. A pesar de ello, existen lecciones aprendidas que pueden ser tomadas en cuenta para mejorar el control de la malaria en el contexto de la descentralización de los sistemas de salud.

Por ejemplo, en 1966 Filipinas adoptó un programa vertical de control de la malaria, después de 17 años el programa fue descentralizado, los esfuerzos de erradicación pararon y se revirtió a un programa de control. Una evaluación de este nuevo programa en 1993 demostró que estaba bien desarrollado a nivel de infraestructura, pero que su principal problema era administrativo – burocrático, por lo que se describía como semi–vertical. En 1991 se dio una Ley para que los municipios se hagan cargo de los servicios de salud; sin embargo, hasta diez años después no se habían dado directivas que establezcan las responsabilidades de los municipios en el control de enfermedades, entre ellas malaria. Este hecho provocó la falta de financiamiento del programa de control de la malaria, porque las autoridades locales asumían que seguía bajo la responsabilidad del nivel central, y el nivel central afirmaba que era una función descentralizada. Además, la información sobre el control de malaria no contribuyó en la planificación local, así que los recursos financieros locales no se usaron para el control de la malaria[5].

En Colombia se dieron tres leyes para la descentralización del sector salud, la Ley 10 de 1990 que otorga autonomía a los municipios para el manejo de recursos y la prestación de servicios de salud del primer nivel de atención, la Ley 60 de 1993 que precisa responsabilidades a los municipios en materia de salud y define reglas de juego para la financiación, asignando competencias y recursos, y la Ley 100 de 1993 que crea el Sistema General de Seguridad Social en Salud. El modelo de descentralización colombiano tiene la modalidad de devolución porque las funciones y recursos sectoriales han sido transferidos a gobiernos locales que asumen la responsabilidad de prestación de servicios, administración y finanzas, pero el gobierno central determina las metas y políticas de salud.

El control de malaria se dio desde 1957 a través de un programa vertical denominado Servicio de Erradicación de la Malaria, luego estuvo a cargo de la Unidad Administrativa Especial de Campañas Directas cuya dirección técnica y administrativa estaba en el Ministerio de Salud, en 1994 se transfieren las responsabilidades de control vectorial a los departamentos y  a los municipios el diagnóstico y tratamiento de la malaria. Sin embargo, para tener esta función los municipios debían de certificarse, en 1994 sólo lo hicieron 19 y en el 2000 lo hicieron 538 de 1097 municipios[6].

Durante 1991 a 2004 se implementó la reforma del sistema de salud colombiano que incluyó la descentralización de los servicios de salud a los municipios (1991-1993); y la implementación del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSS) (1995-2004), caracterizado por un modelo de competencia regulada sujeto a los principios del mercado. De esta forma el control de vectores estuvo a cargo de los municipios y el manejo de los casos de malaria estuvo a cargo de las aseguradoras[7]. Así la  captación pasiva de casos, el examen de gota gruesa y el tratamiento fue pagado por los no asegurados o por las aseguradoras. Si bien es cierto que la descentralización de los sistemas de salud amplió las coberturas de atención, mejoró la satisfacción de los usuarios, incrementó el gasto y los recursos humanos en salud a nivel local; sin embargo, el control de la malaria no mejoró, incluso se reportó que se incrementaron los casos de malaria por P. falciparum en comparación con las épocas cuando estaba vigente el programa vertical[8].  Con la descentralización, el Estado perdió la responsabilidad sobre la salud pública y se fragmentó el programa de control, no se pudo integrar los sistemas de información, la cantidad de recursos humanos dedicados al control de la malaria disminuyó, las coberturas de atención se redujeron, se redujo la capacitación tanto en lectura de gota gruesa, en control de vectores y en atención clínica de los casos, se redujo el financiamiento, y se presentaron problemas logísticos[9].Los municipios refieren que la relación con los departamentos es conflictiva y que no les asignan los recursos suficientes[10].

En Brasil, el proceso de descentralización ocurrió en un momento de crisis institucional a nivel estatal con una baja capacidad de implementación y gobernabilidad intersectorial. La malaria fue una prioridad de Salud Pública en el país, con este fin se desarrolló un Plan de Intensificación de las Acciones de Control de Malaria en la Amazonía Legal (PIACM) como parte del Seguro Universal de Salud. El PIACM priorizó 254 municipios de la Amazonía los cuales tenían una proporción de malaria por P. falciparum mayor a 20% de los casos y con transmisión urbana. La certificación de los municipios propuesto por el Gobierno Federal (Central) fue un proceso muy rápido que condujo a un desorden inicial que dificultó su implementación. En 2001, el 100% de los municipios contaban con la certificación. Independientemente del tipo de municipio se observa que las principales dificultades fueron los recursos financieros principalmente para las acciones de campo y recursos humanos con competencias para el planeamiento, gestión y evaluación de las acciones de control. No obstante, en materia de capacitación, se percibe que los recursos humanos, financieros y las acciones estratégicas implementadas son considerados como suficientes. A pesar de los escasos recursos económicos y otro tipo de dificultades serias en el proceso de descentralización, los municipios realizan innovaciones y buscan alternativas de financiamiento para organizar de mejor manera los servicios de salud a nivel local[11].

Con el PIACM se observó un incremento de la fuerza laboral, una ampliación  de los procesos de capacitación y un incremento de infraestructura para diagnostico y tratamiento de la malaria, así como mayor capacidad de medios de transporte y de equipos de aspersión de insecticidas[12]. Así mismo, se mejoraron los sistemas informáticos de las secretarias de salud municipales, lo que permitió un mejor registro de los casos y actividades, y la supervisión a todo nivel fue constante durante todo el periodo de implementación. Estas acciones mostraron una reducción general del número de casos de malaria[13][14], la incidencia se redujo en un 53,9% en promedio. La proporción de casos de P. falciparum presentó un aumento significativo para el periodo del Plan de 19,4% en 1999 a 23,3% en el 2002. La tasa de hospitalización se redujo en 2 internaciones/1000 habitantes año para 1999 a 0,8 internaciones/1000 hab. año en 2002. La tasa de mortalidad por malaria se redujo en 64,3%, pasando de 1,9 muertes por 100 mil habitantes año en 1999 a 0,7/100 000 hab. año el 2002.La tasa de letalidad por malaria se redujo de 0,03 por 100 casos en 1999 a 0,02 muertes por 100 casos en el 2002.Así se concluye que el PIACM contribuyó en la reducción de la transmisión de la malaria en los municipios de pequeño y mediano tamaño, aunque la concentración de casos persiste en los municipios de gran tamaño[15]. 

En 1990, en Uganda se cambió la forma de financiamiento del sistema de salud, desde un sistema gratuito hacia sistema de pago compartido; en 1993 implementó la descentralización del sistema de salud y en el 2001 se revirtió nuevamente a servicios de salud gratuitos. La malaria en Uganda representa entre el 29 y 50% de muertes prematuras y el 20% de ingresos hospitalarios. Se reportó que la descentralización no podía mejorar el control de malaria si es que no iba de la mano de un adecuada asignación presupuestal. Los sistemas de asignación de recursos desde el nivel central mantenían altos niveles de trámites burocráticos, que significaban una dificultad en la ejecución de los gastos y por consiguiente afectaba el control de la malaria. Adicionalmente, una falta de financiamiento de los programas de control, conllevaba a una reducción del personal de salud y un desabastecimiento de los medicamentos[16].

En consecuencia se puede concluir que los procesos de descentralización y su implementación afectaron los programas de malaria coyunturalmente, en función de las modificaciones en los flujos financieros, los cambios de personal responsable y operativo, así como los sistemas de información y vigilancia, pero la mayoría de estos problemas, aunque graves como sucedió en Colombia, se resolvieron en periodos breves[17].

Los procesos de descentralización hacia las provincias, estados, regiones o municipios son considerados a veces benéficos a largo plazo en los países que avanzan en el proceso descentralizador, pues los programas se siguen fortaleciendo ya descentralizados. Para otros la descentralización conduce a la pérdida de gobernabilidad en los programas de salud pública, en particular para la malaria.

Los programas de malaria, a pesar de haber sido descentralizados en algunos países, siguen comportándose como programas centralizados, financiados desde el nivel nacional (el peso de la tradición), pues no se integran a los planes locales de salud y por tanto no se benefician de la ventaja fundamental de la descentralización: la participación y el empoderamiento de la comunidad y de las autoridades locales en la solución del problema de salud. La falta de asistencia técnica en el proceso descentralizador es factor fundamental, así como la falta de compromiso político con el proceso descentralizador[18].

Las crisis económicas y políticas sufridas por los países afectan seriamente los programas de malaria, en función de la reducción de presupuestos, el retraso de la disponibilidad presupuestal y de la compra de insumos[19].

 

 



[1] Breman JG, Alilio MS, Mills A. Conquering the intolerable burden of malaria: what´s new, what’s needed: a summary. Am J Trop Med Hyg. 2004;71(Suppl 2): 1-15
[2] Kager PA. Malaria control: constraints and opportunities. Trop Med Int Health. 2002;7(12):1042-6.
[3] Tatem AJ, Smith DL, Gething PW, Kabaria CW, Snow RW, Hay SM. Ranking of elimination feasibility between malaria-endemic countries. Lancet. 2010;376:1579-91
[4] The malERA Consultative Group on Integration Strategies. A research agenda for malaria eradication: cross-cutting issues for eradication. PLoS Med. 2011;8(1):e1000404.
[5] Espino F, Beltran M, Carisma B. Malaria control through municipalities in the Philippines: struggling with the mandate of decentralized health programme management. Int J Health Plann Mgmt. 2004;19:S155-66
[6] Carrasquilla G. Descentralización, reforma sectorial y control de la malaria en Colombia. En: Yadón ZE, Gürtler RE, Tobar F, Medici AC. Descentralización y gestión del control de las enfermedades transmisibles en América Latina. Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud; 2006
[7] Carrasquilla G. Descentralización, reforma sectorial y control de la malaria en Colombia. En: Yadón ZE, Gürtler RE, Tobar F, Medici AC. Descentralización y gestión del control de las enfermedades transmisibles en América Latina. Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud; 2006
[8] Jimenez M, Hinestroza J, Gómez R. Reformas sanitarias e impacto del control de malaria en dos áreas endémicas de Colombia, 1982-2004. Colombia Med. 2007;38(2):113-31
[9] Cerón Rodriguez V. Modelo de control de malaria en el departamento de Antioquia. Estudio de casos. Rev Salud Publica. 2004;6(Supl 1):64-79.
[10] Agudelo CA, Corredor A, Valero MV. Assessing options for an innovative malaria control program on the basis of experience with the new Colombian health social security system. Rev Salud Publica (Bogotá). 2004;6(Supl 1):1-39.
[11] Brito JS. Análise da descentralização das ações de controle da malária no estado de Rondônia: Dois estudos de caso. [Tese de Mestre em Saúde Pública] Rio de Janeiro: Escola Nacional Da Saúde Pública; Fundação Oswaldo Cruz; 2003
[12] Ladislau JL, Leal MC, Tauil PL. Avaliação do plano de intensificação das ações de controle da malária na região da Amazônia legal, Brasil, no contexto da descentralização. Epidemiol Serv Saude. 2006;15(2):9-20.
[13] Ladislau JL, Leal MC, Tauil PL. Avaliação do plano de intensificação das ações de controle da malária na região da Amazônia legal, Brasil, no contexto da descentralização. Epidemiol Serv Saude. 2006;15(2):9-20.
[14] Tauil PL. Avaliação de uma nova estratégia de controle da malária na Amazônia brasileira. [Tese de Doutor em Medicina Tropical] Brasília: Universidade de Brasília; 2002
[15] Ladislau JL, Leal MC, Tauil PL. Avaliação do plano de intensificação das ações de controle da malária na região da Amazônia legal, Brasil, no contexto da descentralização. Epidemiol Serv Saude. 2006;15(2):9-20.
[16] Kajula PW, Kintu F, Barugahare J, Neema S. Political analysis of rapid change in Uganda´s health financing policy and consequences on service delivery for malaria control.Int J Health Plann Mgmt. 2004;19:S133-53
[17] Martínez F, Knudson R, Mendoza O, Ordóñez O, Castro C. El Impacto de las reformas en salud de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la situación de la malaria. Lima: Organismo Andino de Salud/Convenio Hipólito Unanue, 2007
[18] Martínez F, Knudson R, Mendoza O, Ordóñez O, Castro C. El Impacto de las reformas en salud de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la situación de la malaria. Lima: Organismo Andino de Salud/Convenio Hipólito Unanue, 2007
[19] Martínez F, Knudson R, Mendoza O, Ordóñez O, Castro C. El Impacto de las reformas en salud de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en la situación de la malaria. Lima: Organismo Andino de Salud/Convenio Hipólito Unanue, 2007

No hay comentarios.: